Jueves 21 de Noviembre de 2024

Archivos

La siniestralidad de la pasada cosecha de uva de vino ascendió a 33 millones de euros

IMG_3601Los viticultores tienen hasta el 25 de marzo para suscribir el seguro de primavera con cobertura de helada. El seguro de primavera para Explotaciones Vitícolas cubre los riesgos de pedrisco, y riesgos excepcionales por parcela, y permite escoger los riesgos de helada y marchitez fisiológica por explotación o por parcela. Las explotaciones situadas en Almería, Cádiz, Córdoba, Huelva, Málaga y Sevilla –para las que ya ha finalizado el periodo de contratación de este módulo¬–, cuentan con la opción de contratar, hasta el 15 de abril, la póliza sin cobertura para heladas.
Para la cosecha 2016, la contratación del seguro de otoño se ha incrementado alrededor de un 16% con respecto a la pasada cosecha, tanto en producción como en superficie. En total, se han asegurado unas 270.000 hectáreas y una producción que ronda los 1,78 millones de toneladas de uva de vino.
Castilla-La Mancha continúa siendo la comunidad que más producción y superficie asegura, más de un millón de toneladas. Destacan también Catalunya, la Comunidad Valenciana y La Rioja, aunque –siendo España uno de los principales productores mundiales de uva de vino–, las cepas de este cultivo se extienden a lo largo de casi todo el paisaje nacional y las cifras de contratación de otras regiones de tradición vinícola como Extremadura, Aragón, Navarra y Castilla y León, también merecen especial mención.
En 2015 declararon siniestro casi 97.580 hectáreas de uva de vino, siendo el pedrisco el responsable de los daños en más de 83.870 (alrededor del 86%). Otras causas de siniestralidad son las heladas o el viento. Las pérdidas fueron valoradas en alrededor de 33 millones de euros.
Diversos episodios tormentosos se sucedieron a partir del mes de abril, destacando el intenso y extensísimo pedrisco del 19 de mayo que afectó a las provincias de Toledo, Ciudad Real, Cuenca (Las Pedroñeras) y Albacete (Fuente Álamo y Chinchilla de Monte Aragón), castigando duramente a las vides manchegas. La región murciana de Jumilla también resultó muy dañada por el pedrisco en el mes de mayo.
En Castilla y León la bajada de temperaturas del 22 de mayo provocó daños por heladas en la zona de la Denominación de Origen Ribera del Duero de la provincia de Burgos.
Durante los meses estivales volvieron a registrarse tormentas de pedrisco de especial virulencia, afectando principalmente a Aragón, Castilla-La Mancha, La Rioja, Navarra y la zona vitícola valenciana de Retena-Uquiel.
Una de las características de nuestra climatología es que el pedrisco, el viento o las heladas, son factores tan determinantes como impredecibles para la rentabilidad agraria. En las últimas campañas el pedrisco ha sido el riesgo que mayor volumen de indemnizaciones ha acaparado. Pese a la virulencia poco habitual de los fenómenos tormentosos asociados al granizo del pasado año, lo cierto es que en las últimas cuatro cosechas ha sido el causante de, al menos, la mitad de las pérdidas en la cosecha de uva de vinificación.
Ante la incertidumbre generada por estos fenómenos meteorológicos incontrolables e impredecibles, el seguro agrario se consolida como una herramienta eficaz que protege al viticultor de las posibles pérdidas y le aporta tranquilidad en su trabajo diario.
Además, ahora el seguro de primavera incorpora novedades como la rebaja de tarifas para los riesgos de helada y pedrisco, según ámbito. También se ha incrementado el porcentaje de bonificación máxima que puede obtener el asegurado, pasando del 25% al 40%.
También han mejorado las condiciones de cobertura, ya que se han incorporado los daños en madera que, aunque no ocasionen la muerte de la cepa, sí causen daños en la producción de la próxima cosecha. En caso de pedrisco se compensará el gasto de poda.